domingo, 8 de febrero de 2015

LA OSTEOPOROSIS

La osteoporosis es una enfermedad ósea que produce pérdida de la masa y la densidad de los huesos, con lo que éstos se vuelven más frágiles. A menudo, la denominada "enfermedad silenciosa" no se diagnostica hasta que se produce una fractura, por lo general, debida a una caída. Las zonas que se quiebran con más frecuencia son la cadera, la muñeca y la columna vertebral. Uno de cada ocho europeos de edad superior a los 50 años sufrirá una fractura de columna. La osteoporosis cuesta a las arcas nacionales 3.500 millones de euros anuales, únicamente en concepto de hospitalizaciones. En Estados Unidos, los que la padecen ocupan las camas de hospital un promedio anual de 500.000 noches. Está previsto que esta cifra se duplique en los próximos cincuenta años.
Cómo fortalecer los huesos

Acumular reservas de calcio durante la juventud es fundamental para forjar unos huesos fuertes. Una dieta con el aporte suficiente en calcio, fósforo y vitamina D es muy importante; tanto como los factores genéticos y el ejercicio físico.

La importancia de la dieta y el ejercicio

La mejor forma de ingerir todo el calcio necesario es tomar desde la infancia hasta la madurez alimentos que lo contengan en gran cantidad. 
La leche y los productos lácteos, como el yogur, el queso y otros postres elaborados a base de leche, constituyen la principal fuente de calcio en la dieta de la mayoría de la gente. 
Pero existen otros alimentos que lo contienen en grandes proporciones, como algunos frutos secos, las verduras, el pan integral y los alimentos enriquecidos en calcio. Al igual que una dieta saludable, hacer ejercicio con regularidad contribuye a desarrollar la masa y la densidad de los huesos durante los años de crecimiento.
 La actividad física sigue siendo muy importante después, ya que una vida sedentaria aumenta el riesgo de padecer osteoporosis.

Factores que contribuyen a aumentar la propensión a la osteoporosis:
  • Ser mujer.
  • Estar delgado o tener una estructura ósea menuda.
  • La edad avanzada.
  • Antecedentes familiares de osteoporosis.
  • Encontrarse en fase posmenopáusica.
  • Un bajo índice de testosterona (los hombres)
  • Un modo de vida sedentario.
  • Ser fumador.
  • Consumir alcohol en exceso.
El ejercicio también ayuda a las personas de edad avanzada a mejorar el equilibrio y la coordinación, así como a prevenir las fracturas debidas a las caídas: andar, hacer footing, o practicar aeróbic y el baile contribuyen a tonificar los músculos y a acrecentar la resistencia. De acuerdo con los pronósticos de aumento de la esperanza de vida, se prevé un notable incremento de los casos de osteoporosis en el futuro. Esto se traducirá en un gasto añadido bastante oneroso para los sistemas sanitarios, sin contar lo mucho que afectará a la calidad de vida de los aquejados. 
Para evitarlo, hay que apremiar a todos a que adopten una dieta sana, con alimentos ricos en calcio, y a practicar deportes durante toda la vida.





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